Poema dedicado al reconocido poeta peruano Enrique Verástegui (1950-2018), quién fue fundador del Movimiento Hora Zero, junto a Juan Ramirez Ruiz y Jorge Pimentel.
BREVE ESTUDIO DE ENRIQUE VERÁSTEGUI[1]
Si dormir cae como un golpe abierto sobre el papel, E.
V. Interrumpe la era (aquel departir de copas con palabras inconclusas), poema
Y escribiendo
nos diste un tierno jaloneo con cada verso
Concluyendo que la noche cae mientras intentabas explicarnos
La ecuación más grande del mundo, y la oración - y el guión - y la acuarela…
Rozamos el siglo (al leerte), ya naciste maduro, y te dedicaste a verter tu voz
En tantas generaciones
que ya perdiste la cuenta.
Olas de ti llegan a mover lagrimas que se aferran en mis ojos
Pareces advertir que la poesía se ha curado de alzhéimer
Cuantos arboles aún se quedarán en el país/ ¿dime cuantos?
para leer tu datzibao en la hora zero
Mientras tu voz va resonando por los jardines, donde la pureza es insuperable.
Me dices entonces: escribe mi nombre, no he muerto
Sabes, te escribo para encontrarnos en los “extramuros” abiertos
Y repites: ¿” morir es [acaso] alcanzar mil indulgencias”?
No puedo responderte, pero cuando te encuentre Enrique
tu voz librará la batalla final,
Revelarás todos los rostros de quienes
al poema sucumbieron
Plumas y cabellos
Cayendo
el tiempo avanza sin retorno.
Al final, la armonía de la fuente que te creo, insiste
Con la pluma en siesta, y tu homenaje aun por escribirte, maestro
Trazo esta pintura, con mis dedos amputados por las tenazas de la muerte,
Y llorando
me dedico a contarte nuevamente: Si dormir cae como…
[1] El autor recomienda leer, “En los extramuros del mundo”, un homenaje a la poesía peruana. Este poema le rinde homenaje a E.V.