"Los mensajes del arzobispo y los de los familiares de las víctimas del régimen, son proféticos. Y es de celebrar que nos recuerden que la independencia que conmemoramos fue el resultado de intensas luchas que pueden inspirarnos para las que nos corresponde librar hoy".
Si se ven las noticias publicadas, solo tuvimos motivos para lamentarnos: en el Congreso se consolidó la coalición de organizaciones criminales, con el representante de la minería ilegal en la presidencia y una representante del lavado de activos de nivel nacional en la vicepresidencia. Completan la junta directiva un representante del lavado de activos del nivel regional y un encubridor de golpistas asesinos. Además, se nos mostró la forma en que se consiguen los votos, canjeándolos por la presidencia de comisiones. Mientras que en el Poder Ejecutivo, la cabeza visible del régimen leyó un mensaje de casi 5 horas, hecho para que nadie le preste atención, ni siquiera sus adeptos, a quienes se les vio dormitando en varios pasajes.
El mensaje consistió en los informes de cada uno de los 19 ministerios, que dan cuenta de sus actividades en marcha. Como novedad se presentó el proyecto de ley que crea el Ministerio de Infraestructura, sobre la base de programas y entidades que ejecutan inversiones desde los ministerios. Si bien la propuesta tiene lógica, conlleva riesgos de concentrar la corrupción que hoy se da en cada entidad que ejecuta obras públicas, en un solo sector en el nivel nacional de gobierno, así como de minimizar las especificidades de cada sector y región geográfica.
Quizá las únicas iniciativas del Poder Ejecutivo que puedan generar alguna expectativa de mejoría estuvieron en el sector Salud: 1) continuar los procedimientos de adquisición de equipamiento para la prevención y detección temprana del cáncer: mamógrafos, torres de endoscopía, ecógrafos y equipos de patología; 2) continuar con el plan Mil, para mejorar la infraestructura y equipamiento en el primer nivel de atención. Si bien esto continúa procesos iniciados anteriormente, es destacable que se les libre de la degradación del Estado que caracteriza a las entidades tomadas por los operadores de la mayoría congresal, incluidas la presidencia de la República y el Poder Ejecutivo.
Sin embargo, el principal motivo de celebración nos lo dieron las víctimas de la represión del régimen. Pues es de celebrar que hayan hecho de su dolor un impulso para la acción en busca de justicia. Que hayan venido de Ayacucho, Cusco y Puno hasta Lima y hayan logrado convocar a organizaciones sociales y políticas a su alrededor, con un momento multitudinario en la tarde del 27 de julio. Al punto que la apatía que caracterizó a Lima desde marzo del año pasado empezó a ceder ante el entusiasmo de ciudadanos y ciudadanas de muchas y variadas organizaciones, que lograron superar varios cercos policiales en una ruta innovadora que partió de la plaza Dos de Mayo, llegó al mercado Caquetá e ingresó a la avenida Abancay desde el Rímac, para terminar frente al Palacio de Justicia con la vigilia de conmemoración de nuestros 50 compatriotas asesinados por la represión.
Es de celebrar también que en sus regiones la memoria social haya sido más fuerte que las formalidades rutinarias. Así, en Juli, durante el desfile cívico organizado por la municipalidad provincial, los tenientes gobernadores de los 4 distritos instaron a los policías municipales a izar la bandera a media asta en memoria a los fallecidos en las protestas sociales y en rechazo a Dina Boluarte. En Puno, ni el alcalde ni el gobernador participaron en las actividades protocolares llevadas a cabo en una plaza central cerrada al público. En Lima, el 29 de julio, la institución educativa Manuel González Prada, de Huaycán, desfiló segundos antes de pasar por el estrado de los jerarcas del régimen, al son de la canción “Pobre diabla”, en lo que podría interpretarse como un mensaje musical.
Estas acciones se complementaron con el mensaje del arzobispo de Lima, que comenzó su homilía en la misa ceremonial del aniversario patrio, valorando la desobediencia del teniente Andrés Rázuri, desobediencia que fue decisiva para la victoria patriota en la pampa de Junín. El arzobispo comentó a continuación el milagro de que el gesto de un joven de ofrecer 5 panes y dos peces impulsara, con el liderazgo de Jesús, el Galileo, a un compartir masivo que logró alimentar a más de 20 mil personas. Con ese contexto, recordó ante las autoridades presentes que “Quien usa o corroe el Estado dando prioridad a sus intereses vive en la deslealtad institucional... Es urgente fortalecer y forjar un Estado verdadera y ampliamente democrático que promueva el bien común, que combata la evasión tributaria y el mal uso de las instituciones porque están hechas para cuidar y defender al pueblo.” Para luego decirnos que “La indiferencia, la insensibilidad y la frivolidad son aún problemas espirituales... no hemos logrado construir una sociedad democrática, por lo que tantos peruanos y peruanas se sienten tan discriminados”.
Los mensajes del arzobispo y los de los familiares de las víctimas del régimen, son proféticos. Y es de celebrar que nos recuerden que la independencia que conmemoramos fue el resultado de intensas luchas que pueden inspirarnos para las que nos corresponde librar hoy.