"Pretendo, en estas breves líneas, resaltar la importancia de la organización en la política, pues es la que va a permitir el logro o el alcance de lo que se busca: el poder, no para utilizarlo en beneficio propio, sino para servir de herramienta útil para la transformación de una sociedad desigual e inequitativa con los más desprotegidos."
Pretendo, de una manera sencilla, que se pueda comprender el proceso de la unidad de la izquierda peruana en esta última etapa y en perspectiva a las elecciones regionales y municipales de octubre de este año. Casi siempre se ha escuchado decir que la izquierda se fragmenta y se desune por asuntos nimios y por percepciones ideológicas. Creo que es mejor que se discutan temas ideológicos, doctrinales y organizativos, porqué eso implica que previamente a la adherencia a una idea se ha estudiado, se ha analizado una doctrina o se ha adherido a una sensibilidad a fin de tomar una decisión o una opción política. A diferencia de aquellos grupos que dicen ser pragmáticos, y carecer de ideología o sea ¡de una concepción del mundo! Por eso, en el Perú, la atomización de la derecha es por motivos de mercantilismo, de cuotas de poder, de banalidades. Es preferible el más humilde de los compañeros de izquierda que aquel político conservador que basa su opción en el utilitarismo más elemental. Décadas de persistencia, de organización, de disciplina, de sensibilidad han hecho del camino de la izquierda peruana una vía que merece ser tomada en cuenta. Personajes de la talla intelectual y capacidad de organización de José Carlos Mariátegui, Jorge Falcón, Jorge del Prado, Carlos Malpica, Alfonso Barrantes, Javier Diez Canseco y tantos otros, ya se han ganado un reconocimiento en la historia de las ideas y de las acciones de la política peruana por su defensa férrea e inquebrantable de los más débiles de la sociedad, no de la defensa de abstracciones, sino de su vinculación directa, con las organizaciones de los sectores más marginados de nuestro país.
Fuente: Josué Diaz
Fuente: Unalimaquesefue
Izquierda a derecha: Avelino Navarro Dasa, José Carlos Mariátegui, José Bracamonte, Luciano Castillo, C Sánchez y Ricardo Martínez de la Torre. Miembros del Partido Socialista.
Fotografía de Herman Schwarz
Fuente: Municipalidad Metropolitana de Lima
Pretendo, en estas breves líneas, resaltar la importancia de la organización en la política, pues es la que va a permitir el logro o el alcance de lo que se busca: el poder, no para utilizarlo en beneficio propio, sino para servir de herramienta útil para la transformación de una sociedad desigual e inequitativa con los más desprotegidos. Sin organización, a lo máximo que se puede aspirar es a ser espectador, observador aséptico de la vida social, de sus actores, de los escenarios de confrontación en la realidad; pero nunca se podrá tornar esa mirada incontaminada en la formación de organizaciones que pugnen por alcanzar el poder en democracia. Es muy humano, pues, criticar sin conocer, sin estar involucrado, sin importar siquiera la información como herramienta para formarse una idea. Cuestionar esta idea es también una las motivaciones de estas líneas.
Por eso vemos, en la mayoría de nuestros académicos, un desapego a la organización, a la militancia, a la disciplina, en fin, a la organicidad. La mirada exógena es necesaria, pero estará limitada a ser eso, una perspectiva, un análisis, en el mejor de los casos riguroso, desde una torre de marfil, desde una cápsula que nos aísla de la realidad vital. Existe también la necesidad de ser orgánicos, de participar en los movimientos, crearlos o adherirse a los existentes. A pesar de las grandes imperfecciones y las limitaciones de nuestra estructura política, la adhesión es la única manera de actuar concreto que tenga una influencia real en el devenir de la sociedad. Por eso rescato la organización, la participación política, la militancia acerada. Por eso la entiendo, la comprendo y la incentivo. Lo que para unos es una opinión versada, académicamente relevante, erudita, para otros es praxis, es acción, es deliberación, fragua y combate. A pesar del menor nivel intelectual, de la virulencia de los debates, de la abulia de las discusiones, prefiero este segundo camino, aunque valoro también el primero. Y por eso respeto a quienes optan por este horizonte complejo y enlodado de la vida política. Por eso los valoro y respeto mas que por sus calidades individuales, que las tienen, por lo que representan como referentes colectivos, emisores de una idea, de una convicción y una creencia.
Es en esta perspectiva de comprensión de la política como organización de intereses, que quiero explicar, con algunos vacíos, la conformación de la actual izquierda peruana de cara a las elecciones regionales y municipales de este año. Es tarea de los historiadores de la política, y en particular de la izquierda peruana, determinar, con detalle y solvencia documentaria, una historia de las ideas políticas en el Perú o en las regiones. Mi pretensión es más austera y humilde. Quisiera que las personas que no están en la vida política militante comprendan los esfuerzos que hacen quienes sí lo están y, cuando estos esfuerzos pretenden ser honestos, son merecedores que se conozcan y se valoren.
Fuente: Fotografías de Archivo China Barrantes. Imágenes de una izquierda unida
Comencemos con el testimonio referencial. Después de las elecciones en las que Verónika Mendoza, candidata del Frente Amplio, y dirigente del movimiento “Sembrar”, queda a poco de pasar a la segunda vuelta y disputar la presidencia de la República con Keiko Fujimori, existían en una parte del espectro político nacional de la izquierda muchas organizaciones como:
No estoy tomando en cuenta la otra vertiente de la Izquierda que casualmente agrupaba al movimiento de Mendoza, me refiero al Frente Amplio, que a su vez estaba formado por otros actores políticos. Esa formación no la pude apreciar ni de manera indirecta, aunque traté de enterarme por los canales mediáticos o partidarios.
Algunas de estas agrupaciones en el año 2015 forman una instancia de coordinación ciudadana llamada “Únete por otra democracia”. Una instancia de coordinación implica organizar, reunirse, deliberar, generar documentos sobre la actualidad política nacional o internacional, tener metas para lograr una participación electoral auspiciosa. Así “Únete por otra democracia” estuvo conformada por:
Fuente: Fanpage de Únete Perú
Este proyecto, a pesar de los esfuerzos de diversos líderes y la militancia de cada partido, no llegó a prosperar, sin embargo, se convierte en el germen de un camino hacia la unidad de las izquierdas.
Aparece luego otro intento de articulación de los movimientos o partidos de izquierda que es “Unidad Democrática” que as u vez está formado por:
Este esfuerzo se llevó acabo por la persistencia de muchos líderes que nunca se arredraron ante la inmensa tarea de la unidad a pesar de las dificultades que se presentaban en el camino. Esos líderes nunca bajaron los brazos, disuadieron, convencieron, generaron un sentido común de la unidad como una necesidad para afrontar las necesidades y las exigencias del movimiento popular.
Producto de este esfuerzo unitario y una ardua tarea de deliberación y convencimiento a algunos sectores renuentes a la unidad, así como a ir generando confianzas mutuas entre los partidos y movimientos de izquierda nace otro gran referente unitario: “Juntos por el Perú”. Este nuevo escenario está conformado por:
- Fuerza Social
- Partido Humanista Peruano
- Ciudadanos por el Cambio
- Partido Comunista Peruano
- Partido Comunista del Perú
- Movimiento por el Socialismo
Fuente: Juntos por el Perú. Elecciones primarias para alcaldía de Lima
Recientemente se han unido a “Juntos por el Perú” otras organizaciones de izquierda, incluyendo a “Nuevo Perú” que ha decidido orgánicamente apoyar a “Juntos por el Perú” en su participación a las elecciones de Lima. Es bueno señalar que el “Partido Humanista Peruano” cedió su inscripción y permitió legalmente el nacimiento formal de “Juntos por el Perú” teniendo este Partido una participación tripartita en la toma de decisiones partidarias.
Así un tercio es de los partidos que conformaban “Juntos por el Perú” antes de la nueva inscripción, otro tercio es del anterior Partido Humanista Peruano y el otro tercio es de los invitados de izquierda.
La participación en las elecciones municipales, regionales y distritales en todo el país por parte de “Juntos por el Perú” ha tenido como estandarte la organización de elecciones primarias para elegir los candidatos que representarán a la izquierda en estas elecciones. Ha sido un esfuerzo democrático realizado, sin recursos económicos, pero con gran disciplina y dinamismo partidario, así como con la participación de la ciudadanía no militante, pero sí simpatizante con la izquierda. Este enorme esfuerzo se ha realizado con gran sacrificio de militantes (más de treinta mil se inscribieron para participar) que lo hacían con gusto por colaborar con una candidatura unitaria que sea el producto de unas elecciones internas en donde se elijan a quienes han de representar a la izquierda unida en la contienda municipal de Lima y de diversos sectores del país.
Se puso en movimiento un proceso electoral bajo la supervisión y dirección de un Comité Nacional Electoral (CNE) y el veinte de mayo de este año se eligió a los ganadores para representar a “Juntos por el Perú” en las elecciones sub nacionales. Salió elegido para postular a la alcaldía de Lima, Gustavo Guerra García, incansable promotor de la Unidad de la izquierda. Esta elección ahora cuenta con el apoyo de “Nuevo Perú” el movimiento liderado por Verónika Mendoza.
Fuente: Juntos por el Perú. Lanzamiento de hoy de la campaña de GGG en el Centro de Lima
Como se puede apreciar la forja de la unidad no es tarea sencilla, la participación en elecciones, con un sistema electoral tan desincentivador para aquellos partidos que no son mercantilistas o que no tienen mecenas que después cobran su “auspicio”, tampoco lo es. Sin embargo, insufla de ánimos y de optimismo que la izquierda tenga su partido y que éste sea uno que apuesta por la unidad y la adhesión de diversos movimientos y organizaciones de cara a enfrentar los grandes retos de la política regional y nacional.
La historia reciente del Frente Amplio y del Nuevo Perú es otro tema, pero es importante que también se conozca y valore para comprender y demostrar que la unidad de la izquierda sí es posible y que ésta tiene planes y programas comunes que tienen como eje orientador la lucha frontal contra la desigualdad, en un país como el nuestro que necesita, como no, una izquierda unida y sensible a los intereses de los más débiles.
Jairo Cieza Mora
Lince, 09 de junio de 2018.
Jairo Cieza 
